Los cortes de energía, la falta de gas, no son más que la cara de una realidad que no queremos ver.
Sin políticas de sostenibilidad, no pasará que las empresas privadas se ocupen de sostener una infraestructura que colapsa en todos los sentidos.
La solución de la situación no se arregla ni con discursos ni con intenciones, tampoco con multas o montos cuyos pagos son inferiores a la inversión que debe realizar una empresa para solucionar el problema de fondo.
La situación se arregla con políticas ambientales que desemboquen en ejecución de proyectos, mientras se siga de reunión en reunión y las protestas en los barrios dependan de los vecino no hay forma que esos actos tengan alguna consecuencia más que más y más molestias, no sólo para los vecinos que no tienen energía o gas, sino para las arterias alteradas por las protestas.
Hay cosas que con hablar o hacer ruido no se soluciona.
El gobierno nacional ha impulsado políticas de inclusión, que han sido exitosas, pero una gran deuda con la sociedad es tomar las riendas de los recursos básicos, la energía, agua y gas deberían ser una prioridad.
Tal como se hizo con YPF, es hora de proveerse de energía, de dejar de depender del gas, es caro y no renovable.
Los científicos argentinos son los mejores del mundo, dicen, pero desarrollan para otros países, en el nuestro, apenas se sacrifican, y poco lo agradecemos; tal vez es hora de apoyar energías alternativas y emprender proyectos de reestructuración de las ciudades que cada vez son más insostenibles.
En la Ciudad Porteña, los edificios crecen como hongos, lo que es inexplicable, porque en toda la ciudad la falta de energía es una constante, no se sabe de dónde se sacará energía para todos esos edificios nuevos.
En el sur hay algunos pocos proyectos de subestaciones energéticas, pero hay muchas dudas en referencia al radio de acción, se sabe que por convenios, al menos tiene que abastecer al sur, fuera de la capital, en la zona de Canning, entre Ezeiza y Echeverría, pero poco se sabe de las inversiones y de si habrá garantías para un radio de acción que justifique la inversión, que es una de las razones por las que se garantiza que la obra realmente se realizará o llegará a buen término.
Los problemas que afectan a nuestra ciudad es general, lo sufren todas las ciudades importantes del mundo; se le suman otros problemas como la recolección de basura, también un factor común, los espantosos contenedores pueden verse en otras capitales importantes también.
En ninguna agenda de los candidatos figura un plan que indique alguna conciencia sobre la solución a estos problemas.
Cada candidato se ocupa de denostar al otro, de hablar, de expresar títulos y en ningún caso se oye ninguna preocupación por la sostenibilidad de las ciudades.
Los temas urgentes, energía, sostenibilidad, no están en el discurso de ningún político.
Somos nosotros, los ciudadanos los que tendremos que ver cómo obligamos a los políticos a llevar a acción la participación, junto con el resto del mundo, de políticas de sostenibilidad.